Ya no serán necesarias las medidas de distanciamiento social, uso de mascarillas, termómetros y alcohol en la mayoría de los recintos abiertos o cerrados, a excepción de centros de salud como clínicas y hospitales.
¿Qué pasa en los condominios y las comunidades?
Bajo el paraguas de las recomendaciones generales de las autoridades nacionales sobre la apertura sanitaria, cada Comité de Administración podrá tomar medidas según lo considere necesario.
Sobre todo en espacios reducidos y con poca ventilación.
Pero lo central es que ya no existe obligación de adoptar medidas y cada persona podrá seguir su uso si así lo desea.
Sin embargo es importante aclarar que las autoridades pueden volver a implementar pases de movilidad, uso de mascarillas y otras acciones en caso de ser necesario en el futuro.
Consideramos justo destacar que los administradores y los comités de administración fueron clave en la implementación de las medidas de protección en todas las comunidades del país.
Y que a ellos se debe la coordinación, difusión y uso de medidas en comunidades durante los últimos 2 años. Un trabajo de gestión que Kastor reconoce y aplaude.
Hábitos que parecen quedarse
Veamos cuáles son los hábitos o costumbres que dejó la pandemia y que podrían perdurar en el tiempo.
Teletrabajo: una de las primeras medidas que adoptamos fue el trabajo en remoto, para evitar contagios y porque se disponía de los medios tecnológicos. En muchas empresas tanto empleadores como empleados hallaron beneficios en el teletrabajo y esto podría mantenerse.
Comprar todo online o con delivery: una práctica que cambió para siempre es el trabajo de los conserjes en el manejo de paquetería en condominios y edificios habitacionales y de oficinas. Además se extendió a todo tipo de artículos. Con soluciones como Kastor Conserjería se hizo más fácil su gestión diaria.
Reuniones virtuales: gracias a que la tecnología lo hace posible, se normalizaron las reuniones virtuales.
Juntarse más temprano: las reuniones presenciales con amigos se realizan más temprano, y muchos eventos como matrimonios se hacen en el día. Esto también ha beneficiado poder llegar a casa más temprano después de una reunión social.
Códigos QR: para tener el menor contacto posible con objetos que pudieran ser foco de contagio durante la pandemia, las cartas de los locales de comida fueron reemplazadas por menús con código QR. Su uso ya se está extendiendo a infinidad de documentos, formas de pago y otros usos.
Usar la mascarilla en caso de resfriado: como se observa en otros países desde hace años, esto también podría mantenerse, pero ahora usándola al tener síntomas de resfrío, o para personas que no quieren estar expuestas a la contaminación del aire.
Lavarse las manos: esta medida de prevención también fue una de las más repetidas durante la emergencia sanitaria y puede incorporarse como un hábito que perdure después de la pandemia.
Sacarse los zapatos al llegar a casa: muchos se acostumbraron a llevarlos puestos dentro. En la época más dura de la pandemia incluso se dejaban afuera de la casa o el departamento y solo se volvían a poner al volver a salir. Algunos hasta instalaron repisas cerca de la puerta para dejar los zapatos.
Marcar los vasos con el nombre: cuando se comenzaron a retomar las reuniones sociales durante la pandemia, con aforos reducidos, algunas personas optaron por consumir los bebestibles en formato individual. Una alternativa fue marcar los vasos con el nombre de la persona o con algún distintivo para no confundirlos durante la fiesta o reunión. Esto también resulta práctico y útil en circunstancias normales.
Una observación final que podría considerarse un hábito
Antes de la pandemia los repartidores llegaban hasta la puerta de la casa o departamento. ¿Volverá esa práctica o se mantendrá la entrega en puntos de recepción? Queda esa pregunta para ser respondida por cada comité de administración según las condiciones y el contexto de cada comunidad.
