¿Te imaginas un condominio sin conserje? Parecería una comedia de enredos, pero aquí te informamos sobre sus atribuciones y por qué es un trabajador clave.
El conserje de un edificio o condominio es como el capitán de un barco. Su responsabilidad es que esa enorme “máquina” funcione bien y “navegue” lo más estable posible todos los días. Su actividad requiere que esté capacitado en su oficio, y eso incluye un curso de 32 horas que lo acredita ante el Departamento de Asesoría en Asuntos de Seguridad Privada (OS10) de Carabineros.
Por ello es importante que toda la comunidad conozca cuáles son sus atribuciones y responsabilidades. Para no devaluar su trabajo, ni sobre valorar el alcance de sus tareas.
Veamos de qué se trata:
Sobre seguridad
- Gestiona el control de los accesos
- Supervisa cámaras de vigilancia y luces
- Dirige evacuaciones y ayuda en caso de siniestros
- Niega accesos si no hay confirmación de identidad
- Llama a Carabineros en caso de alteración o ruidos molestos
Sobre mantenimiento
- Gestiona el buen funcionamiento de equipos
- Controla la entrada y salida de empresas de mantención
- Realiza labores de aseo y orden
Sobre servicios de atención
- Solicita identificación y anuncia visitas
- Controla uso de estacionamientos
- Contesta el teléfono de la comunidad
- Responde el citófono a los residentes
- Recibe y entrega la correspondencia
Sobre administración
- Vela por el cumplimiento de reglas en la comunidad
- Aclara consultas de residentes o remite al administrador
- Registra cualquier hecho relevante en el libro de novedades
- Gestiona el uso de radiocomunicación en caso de ser necesario
Todas las funciones ya mencionadas están cruzadas transversalmente por sus habilidades de comunicación.
Aunque no está en sus atribuciones, un buen conserje también es un líder, y como tal tendrá que saber orientar a los residentes, informar junto al administrador sobre novedades relevantes y saber escuchar a su comunidad para comprender asuntos complejos o saber anticiparse a situaciones de riesgos o emergencia que ameriten su atención y acción oportunas.
En definitiva, es un aliado de la comunidad, su trabajo nos aporta valor y calidad de vida.